Febrero 2016

San Valentín sí o no.

A ver, realmente no iba a escribir nada sobre este día, pero como he visto muchos vídeos, blogs y hasta en los supermercados a San Valentín en todas sus versiones, pues oye, que me he animado a publicar esta entrada. 

Todos en cualquier momento de nuestra vida hemos dicho: ¿San Valentín? pero si eso es una tontería, eso es una invención de grandes marcas para que gastemos dinero, (sí sí, que sé que lo has dicho, no me engañes).  Para a continuación decir: yo prefiero que se acuerden de regalarme algo cualquier otro día del año, no sólo se está enamorado un sólo día. Vale, hasta ahí todo bien, sensato, coherente y realista, es verdad que te bombardean con anuncios, escaparates llenos de corazones, tartas con formas de corazón, flores que parece que las llenan de proteínas para que en cualquier momento estallen de los musculosas que están, ositos de peluche con corazoncitos, vamos, un sin fin de ñoñerías pastelosas que tienes la sensación que vas a estornudar y por la nariz saldrán corazones.

Pero ahora llega el día, el famoso 14 de febrero, venga, pongámonos en situación.

Nos despertamos, y no caes en ese momento que es el día de los enamorados, pero en el momento que pones el primer pie en el suelo, click, se te viene a la cabeza que es San Valentín y te dices: que tontería, voy a prepararme un café a ver si me espabilo. Pero tal como llegas a la cocina piensas: anda, que bien estaría que me preparan hoy el desayuno, así, con su panecillo calentito, su mantequilla al punto para no tener que arrancarla a pedazos del envase, un zumito fresquito, un café recién hecho y ya de paso una florecita acompañando el desayuno, y si me pongo a imaginar que me lo lleven a la cama. Pero bueno, no es el caso, te dices, a mi San Valentín me da igual, voy a tomarme mi café casi aguado, abrasando porque me he pasado calentándolo, el pan recalentado de ayer y la mantequilla más dura que una piedra, del zumo voy a pasar porque luego hay que fregar el exprimidor.

El día va pasando y ya como que el día de San Valentín se va apoderando de ti, pensando en lo bueno que sería que hoy te dijeran: querida, deja las cosas de la casa, que hoy vamos a hacerlo nosotros, tú siéntate, disfruta de tus cosas, hoy te regalamos un día para ti (que buen regalo ¿verdad) Y todo esto lo piensas mientras haces las camas, pones la lavadora, recoges la casa y preparas los desayunos para el personal habitante de la casa.

Se está acercando la hora de la comida, y ya te vas poniendo un poco tensa, y claro, el pequeño de cupido ya directamente lo llevas en plan colgajo del cuello diciéndote: ¿no sería estupendo que te dijeran, mujer, arréglate que nos vamos a comer fuera para que no haya que hacer hoy nada en la cocina? Perdón señor Cupido, ¿me lo puede repetir? Evidentemente no puede, porque desde el salón te están preguntando: ¡¡¿qué hay de comer hoy?!! Ale, pues se acabó el salir a comer: ¡¡Hay macarroneeesss!!

Y ya va medio día gastado, ¿y San Valentín daba igual? pues va a ser que no.

Después de comer esos macarrones pelaos y mondaos y recoger la cocina, porque ya ni el pequeño Cupido se ha animado a hacerlo, te dices: Pues me voy a echar la siesta, al menos eso que me llevo. Evidentemente todo queda en un sueño (y de los malos además), porque el pequeño y diminuto ser de la casa decide meterse en la cama contigo apoyando la teoría de que también tiene sueño, ¡Ja! pero que ilusa, lo único que quiere es saltar en la cama y si puede ser encima tuyo pues mejor, que así rebota más.

Total, que ya ni esa siesta que estabas deseando pillar, puedes. Bueno, pues nada, ya es la hora de la merienda, (a ver si va terminando el día este, que me está agobiando ya) De salir a merendar unas tortitas, pastelitos o una triste galleta, ya ni hablamos, ¿verdad Cupidito? (esto ya con rintintín)

San Valentín te daba igual, eso fue ayer, claro, porque te quedan unas pocas horas para que acabe y pocas menos las posibilidades de que haya algo especial en este día (que te daba igual, ¿recuerdas?)

Pero todavía tienes la esperanza de que te tengan un detallito por ahí guardado, y ya te da lo mismo de lo que sea, un anillo, una colonia, una flor del parque, un dibujo o un juego de sartenes (¡¡que me da igual!!), está llegando la hora de acostarse porque el día se acaba y ¿dónde está el detallito? alargas la espera de acostarte, aguantas como una jabata porque sabes que el tontaina de Cupido te ha estado dando coba durante todo el día, y te dice por lo bajini: Ahora viene tu sorpresa, ya verás, ya. Y cuando estás ansiosa de recibir tu regalo, te dicen: Cariño me voy a la cama, que descanses. Lógicamente el humo te sale de las orejas y la nariz y explotas cual petardo, y sueltas por esa boca: ¿¿Pero es que no sabías que hoy era San Valentín??? Desde luego ya te vale, ¡¿es que ni un triste pañuelo de papel me vas a regalar?!. Respuesta: Ay mujer, pero si siempre has dicho que este día no te gusta, que prefieres que tenga detalles cualquier otro día del año, desde luego a ver si te aclaras.

Después de esto lógicamente, coges al Cupido este que te lleva amargando todo el santo día y lo estrujas en la pared como si no hubiera un mañana y lo dejas pegado en la pared cual póster.

Venga, pues a dormir que mañana hay que madrugar.

Y hasta aquí lo que sería un día de San Valentín cualquiera, ahora, seguiré diciendo que prefiero cualquier día del año para recibir una sorpresa, pero que si cae algo ese día de los enamorados no voy a poner ninguna pega, todo lo contrario, estaré encantada y emocionada de recibirlo porque en el fondo lo estaré esperando.

 

Y tanto si recibís o no algo el día de San Valentín, yo os he hecho a ganchillo y trapillo estos corazones con todo mi cariño y con mi deseo de que os gusten, son para vosotras y vosotros también, que cambiando las palabras podría usarse en vosotros todo este post, no os enfadéis.

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Hasta la próxima, un abrazo y Feliz San Valentín.

7 comentarios sobre “San Valentín sí o no.

  1. Ooohhhh gracias por los corazones!!!! Son preciosos, y estoy contigo el Cupido es un poco cabroncete, pues al final esperas el detalle y si no llega te sienta como un tiro, pero en fin el amor hay que celebrarlo todos los días. 😙😙😙😙🌷🌷🌷

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